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Lugares vecinos imprescindibles

¿Está preparado para retroceder en el tiempo?
A un paso de aquí, descubra nuestro Top 3 de las fortalezas reales más bellas del país cátaro.
Déjese seducir por la riqueza del patrimonio y la belleza de los paisajes.
¿Está preparado?

Descubra las 3 fortalezas reales más bellas del país cátaro.

1. El castillo de Quéribus

Quéribus se menciona por primera vez en 1020 en el testamento de Bernard Taillefer, conde de Besalù. Este condado se unió a la Casa de Barcelona en 1111. En 1162, Alfonso, conde de Barcelona, se convirtió en rey de Aragón. La fortaleza pasó así a formar parte de la línea defensiva septentrional del reino de Aragón formada por Fenolhedés y Peyrepertusés. Durante la Cruzada contra los albigenses, sirvió de último refugio a los señores feudales y a los herejes. El comandante de la fortaleza, Chabert de Barbaira, resistió al Rey y a la Iglesia hasta el asedio de 1255. Chabert, hecho prisionero por Olivier de Termes, entregó Quéribus al rey de Francia a cambio de su libertad. Los maestros de obras reales harían que el castillo fuera plenamente eficaz contra Aragón. Hasta el Tratado de los Pirineos (1659), transformaron sus muros para adaptarlo a las evoluciones militares…

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2. Le château de Peyrepertuse

La fortaleza se menciona por primera vez en 1020 en el testamento de Bernard Taillefer, conde de Besalù. A partir de 1162, formó parte de la línea defensiva del Reino de Aragón contra los señores occitanos. En 1240, pasó a manos del rey de Francia, que la convirtió en una pieza clave de su línea defensiva contra Aragón. Los «maestros del rey» crearon una obra maestra de innovación y adaptación al terreno: una joya de la arquitectura militar medieval que, a finales del siglo XIII, desafiaba con orgullo al reino vecino. Su importancia estratégica desapareció con el Tratado de los Pirineos en 1659.

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3. El castillo de Puilaurens

En el siglo X, la abadía de Saint-Michel-de-Cuxa recibió en donación el valle de Boulzane. Fundó una iglesia asociada a una estructura fortificada. Durante la cruzada contra los albigenses, el castillo acogió a señores feudales y herejes. San Luis tomó posesión de Puilaurens en 1255, al mismo tiempo que Quéribus. Torres almenadas, chicanes… a la solidez de las murallas se añadieron defensas activas para hacer frente a Aragón. El castillo siguió siendo una base de retaguardia, un simple punto de apoyo, alejado de los combates que se libraron desde mediados del siglo XIV. Puilaurens sólo fue tomada una vez, en 1637. De vuelta al redil francés, la fortaleza siguió siendo mejorada y su guarnición bien mantenida hasta la Revolución.

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